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¿Qué es la netiqueta? Las 10 reglas de las etiquetas en internet

La netiqueta es el conjunto de reglas y códigos de conducta adecuados para comunicarse online. Incluye ser educados, aceptar críticas sin enfados y respetar la privacidad de los demás. Sabemos que compartir opiniones en línea de manera constructiva y no siempre es sencillo, por eso aquí te mostraremos qué es la netiqueta y cuáles son sus 10 reglas.

¿Qué es la netiqueta? Las 10 reglas de las etiquetas en internet

¿Qué es la netiqueta? Definición

La netiqueta está compuesta por dos palabras: net (red) y etiqueta. Esto nos da una pista sobre su significado y para qué se utilizan las netiquetas: son las normas de comportamiento que se aceptan socialmente en las redes sociales e internet en general. Emplear expresiones adecuadas, presentar la información de manera constructiva y aportar datos contrastados, ayudan a crear una imagen positiva de nosotros mismos en línea.

Siguiendo las reglas básicas de la netiqueta, evitarás tener un malentendido con tu jefe o un encontronazo con el usuario de un foro. Asimismo, la huella digital que todos dejamos puede registrar experiencias de este tipo, siendo muy difícil eliminar los comentarios inapropiados, las subidas de tono o unas palabras ofensivas si se leen fuera de contexto.

En numerosas ocasiones, esto no ocurre intencionadamente, las relaciones sociales son complejas y un escenario online puede complicar todavía más la comunicación. Por eso es fundamental comprender cuáles son los “buenos modales” en internet o, lo que es lo mismo, recordar las 10 reglas de la netiqueta y para qué sirven.

10 reglas de la netiqueta: qué son y algunos ejemplos

A todos nos gusta caer bien. Que nuestras palabras no se malinterpreten. Causar una buena impresión. Para eso sirve la netiqueta en redes sociales o cualquier perfil en línea, incluida la página web de nuestro negocio o la cuenta en LinkedIn. Y si todo esto es complejo para los adultos, para los niños y adolescentes todavía lo es más, ya que no siempre son conscientes del impacto que puede tener un post en Instagram o un mensaje de WhatsApp.

El concepto de netiqueta está en constante cambio y depende de la plataforma de que estamos hablando, pero existen ciertas pautas relacionadas con la responsabilidad social online que se pueden seguir siempre. Estas son las 10 normas básicas de netiqueta:

1. No descuides a las personas de carne y hueso

Los buenos hábitos relacionados con las netiquetas, también subrayan la importancia de dar prioridad a las relaciones sociales presenciales. Es decir, se trata de hacer tiempo para otra persona y hacer una escucha activa mientras, por ejemplo, estáis tomando algo en una cafetería.

¿Te imaginas que tu amigo saque el teléfono y no pare de chatear? Es una situación muy incómoda, ya que demuestra que para la otra persona, tu presencia no es tan importante como responder un email o reírse de un comentario que han enviado a un grupo de WhatsApp. El trabajo es muy absorbente, pero si estás esperando una llamada con urgencia, avisa con antelación y manteniendo siempre un tono cordial.

Y esta misma lógica, puede llevarse al mundo online bajo el proverbio: “no hagas lo que a ti no te gustaría que te hicieran”.

  • Si en la vida real jamás dejarías a alguien con la palabra en la boca, intenta no dejar los mensajes en “visto” y correos electrónicos sin respuesta. Escribe un breve párrafo explicando que en ese momento no puedes responder, pero que te pondrás en contacto a la brevedad. Por supuesto, tampoco ignores a la persona que tienes delante y con la que habías quedado.
  • No recurras al ghosting. Si no estás interesado en mantener el contacto con alguien, sé claro desde el principio, sin ser maleducado ni enviar mensajes hirientes.
  • Respeta las opiniones de los demás. No tienes que estar de acuerdo al 100%, pero es importante mantener el respeto en todo momento y presentar argumentos sin invalidar la postura del contrario.

2. No compartas imágenes, contenido o comentarios en exceso

Los departamentos de comunicación de las empresas recomiendan diseñar un plan estratégico con las publicaciones semanales, analizando que la publicación de cada vídeo, post o imagen está justificada. Por lo tanto, ¿no sería buena idea aplicar el mismo sistema en nuestros perfiles privados? Resulta abrumador recibir cientos de notificaciones en un mismo día, si quieres que tus seguidores en redes sociales consuman tu contenido: publica menos y con mayor calidad.

Otro aspecto importante es adaptar el lenguaje al contexto. No es lo mismo el apartado “Quiénes somos” de una corporación que la descripción de Instagram de un particular, como también existe otro código en los vídeos cortos de TikTok. Adaptarse es la mejor manera para que nuestro mensaje sea nítido.

Ser selectivos a la hora de publicar contenido online, ya sea en formato imagen o un comentario en una nota de prensa, también está relacionado con la protección de nuestros datos personales. Entre los consejos para mantener la seguridad de los niños en internet, podemos ver que se recomienda no compartir las ubicaciones a tiempo real en las redes sociales, como tampoco es una buena práctica publicar una fotografía en la que se muestra el nombre de su centro escolar o la parada de autobús que utiliza de lunes a viernes, de 8:00 a 8:15.

De hecho, compartir demasiada información sobre tu pasado (universidad, mejores amigos, lugar de nacimiento…) puede dar demasiadas pistas sobre posibles contraseñas o las preguntas de recuperación. Es decir, estarás facilitando las cosas a un ciberdelincuente para que el robo de identidad sea todo un éxito. Antes de pulsar “publicar”, piénsatelo dos veces.

3. Sé considerado y no pierdas los nervios

Los discursos de odio, los insultos o los comentarios a la defensiva no son aceptables. No importa si conoces en persona al otro cibernauta o es un completo desconocido, este tipo de agresiones verbales deben ser reportadas. Por supuesto, es legítimo expresar una opinión diferente con respecto a una religión, cultura o idioma, pero siempre desde el respeto.

Hay que tener en cuenta que, numerosas veces, no sabremos con certeza cuál es el trasfondo de un comentario y quizá malinterpretamos las palabras del otro. En caso de que esto pase, no emplees descalificaciones para intentar “ganar” la discusión. Tómate tu tiempo para elegir el vocabulario y los argumentos más adecuados y sencillos de comprender.

Si descubres que tu hijo está en un chat en el que se emplea lenguaje abusivo o se promueven comportamientos sexistas, racistas o xenófobos, toma medidas para que no siga pasando esto. También es importante supervisar el contenido que consumen los menores, por ejemplo, los influencers que siguen. Si alguien que se dirige a un público muy joven, apoya comportamientos propios de un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria), se debe denunciar para prevenir el ciberacoso a las personas que no encajan en este determinado cuerpo, así como frenar que los más pequeños copien estos hábitos nocivos para la salud.

4. No envíes spam ni enlaces maliciosos

Recibir mensajes que no deseamos tener en nuestra bandeja de entrada es algo desagradable. Pocas personas querrán hacerse un test de personalidad que no han solicitado o se pondrán a leer un artículo con el top 10 restaurantes de una ciudad desconocida. Esto es un claro ejemplo de netiqueta y por qué las reglas son útiles, simplemente, no envíes spam.

Bastantes correos electrónicos reciben ya los clientes de ciertas empresas para que los particulares apliquen esta técnica también. Y no es solo la molestia que puede causar recibir una notificación de algo que no te interesa en lo más mínimo, es que quizá venga acompañada de malware y enlaces maliciosos propios de la Link ingeniería social.

5. Actualiza tu información online

Siempre que tengas un negocio propio con tienda online, verifica que la información indexada está actualizada y solo se muestran los contactos que realmente utilizas: correo electrónico, número de teléfono o enlaces a redes sociales activas. No hay nada más molesto para los clientes que hacer clic en links que no funcionan o enviar dudas que jamás se resuelven.

Esta regla de netiqueta también debe aplicarse en los perfiles en línea individuales. No sería lo más idóneo buscar trabajo en portales de empleo sin actualizar los datos del currículum previamente. ¿Cómo van a hacerte una oferta si no son capaces de dar contigo?

6. Verifica las fuentes y los datos que compartes antes de publicar

En realidad poco importa si estás escribiendo un artículo para tu blog profesional o quieres compartir una noticia en tu Facebook personal, todos buscamos información que sea real y esté contrastada. Para evitar compartir fake news, es esencial revisar el sitio web en el que has leído la información: analizar el número de seguidores, el estilo de redacción, reseñas online…

Por regla general, se recomienda extraer datos de este tipo de páginas webs:

  • Organismos oficiales del Estado. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística de España (INE) o el Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE).
  • Páginas webs de empresas líder en el sector. Si deseas redactar un artículo sobre ciberseguridad, acude a la información que publican las compañías especializadas en este tema.
  • Estudios académicos publicados en reputadas revistas especializadas. Los papers siempre muestran la bibliografía empleada, lo que nos sirve para saber dónde podemos encontrar más datos relacionados.
  • Periódicos y medios de comunicación conocidos. Se pueden cometer errores en una nota de prensa, pero esto será menos probable si en el equipo de redacción trabajan profesionales de reconocido prestigio.

7. Redacta sin faltas de ortografía y en tono cordial

Un email bien redactado dice mucho de nosotros, por ejemplo, que aprecias el tiempo que la otra persona está dedicando para leerlo. Este interés es una buena forma de comenzar a hablar de trabajo o cualquier otro tema personal. Con las prisas, te puedes olvidar una tilde o no ver una errata en el texto, pero para eso existen los correctores online. Echa un último vistazo antes de pulsar “enviar” y revisa si hay alguna notificación de tu corrector de confianza.

Por supuesto, todos somos humanos y podemos cometer errores. Siempre que veas un comentario con faltas de ortografía, ya venga de un extraño o un personaje conocido, no juzgues ni dejes mensajes ofensivos. Por ejemplo, a la hora de publicar una reseña en Goodreads, si el libro que has leído tenía erratas y la puntuación no era correcta, plantéalo de forma constructiva para que la editorial pueda revisar los ejemplares.

8. Ayuda a “apagar fuegos” y actúa de mediador

Tal vez seas un apasionado de la actualidad política de España o Latinoamérica. Por eso dedicas un par de horas de tu jornada para leer las novedades en prensa, vídeos de diferentes organizaciones y te gusta estar al corriente de los hilos en Twitter. Sin embargo, la netiqueta en redes sociales también existe, por eso es esencial aplicar esta regla: ayuda a “apagar fuegos”.

Debatir es algo muy positivo, pero sin perder las buenas formas. No es necesario generar ruido ni imponer argumentos. Si observas este tipo de comportamiento, intenta apaciguar los ánimos actuando como moderador. En caso de que sea imposible, ya que se ha caído en la descalificación personal, reporta los comentarios ofensivos para que la persona responsable del sitio web pueda eliminar todos los mensajes hostiles.

9. No todo lo que está en internet es real

Esta recomendación está relacionada con la verificación de los hechos, pero también con los comportamientos que otros usuarios online tienen con nosotros. Si vas caminando por la calle y un desconocido te pide dinero por un determinado motivo, probablemente desconfíes e intentes averiguar si es verdad. Por lo tanto, siguiendo esta lógica, el email o un mensaje privado de Facebook de un extraño pidiéndote lo mismo, no debería ser suficiente. Quizá sea un scam.

En las apps de citas o páginas web diseñadas para encontrar pareja o hacer amigos, puedes encontrarte con personas malintencionadas que buscan a la víctima perfecta para quitarle el dinero. Una técnica que emplean es el catfishing, presentarse como una persona con buena imagen y excelentes modales, pero que en realidad es un farsante que solo se mueve por el interés. Las personas mayores aficionadas a internet suelen ser el blanco perfecto.

10. Respeta la privacidad de los demás

En eventos públicos o reuniones con amigos, asegúrate de que cuando se tome una fotografía, todos estén de acuerdo de subirla a redes sociales. Si alguien se niega, sea por el motivo que sea, respeta su decisión y no publiques la foto en tu perfil. Y esto no solo afecta a las imágenes o vídeos, sino que también incluye el correo electrónico o el número de WhatsApp, pregunta antes de enviar el contacto a un tercero.

A veces no es tan sencillo darnos cuenta de que estamos comprometiendo la privacidad de los demás. Por ejemplo, cuando enviamos un mail y añadimos a un compañero de oficina como CC, en vez de CCO (copia oculta). Asimismo, queda terminantemente prohibido hacer doxing y cualquier práctica parecida cuando se juega online.

Enseña a tus hijos e hijas qué es la netiqueta

Los más pequeños de la casa deben familiarizarse con los buenos hábitos online, que van más allá del número de horas diarias que dedicamos a una pantalla. Saber cómo responder un mensaje siendo cordiales y respetando la opinión de los demás, es una valiosa lección que recordarán durante toda su vida. Que la comunicación sea a través de la red, no implica que las emociones que causamos sean menores.

Por eso es esencial recordarle a los menores que el contenido que publican en redes sociales, los chats de WhatsApp en los que participan o lo que dicen mientras juegan online, tiene un impacto real. Pueden ofender a la otra persona, al mismo tiempo que podrían estar comprometiendo su propia privacidad y seguridad en línea.

A esto hay que añadir una pequeña dosis de escepticismo. Tal y como hemos adelantado en el apartado de las reglas de la netiqueta en la web, no todo lo que aparece en internet es real. Detrás de un perfil de Instagram puede haber un bot o un ciberdelincuente que puede robarte información confidencial. Conocer las posibles consecuencias de este tipo de situaciones resulta muy útil a la hora de concienciar sobre el buen uso de las redes sociales e internet en general.

Por último, teniendo en cuenta el aumento de las clases online y la presentación de trabajos en formato digital, no debemos olvidar la importancia de la buena etiqueta en el aula en línea. Además del tono cortés y los datos de calidad, deben ser conscientes de que el tiempo del profesor es igual de valioso que el suyo, por lo que deben prestar atención a la explicación, al igual que adjuntar trabajos que han sido revisados a conciencia. Los pequeños detalles, aquí, en un escenario digital, también cuentan.

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