¿Qué es la sextorsión? Significado del término
El concepto de sextorsión hace referencia al ciberchantaje al que se somete a un usuario. Este tipo de extorsión se basa en amenazar con la publicación sin consentimiento de imágenes íntimas o vídeos de carácter sexual. Hacer público este contenido, por supuesto sin la autorización de su legítimo propietario, causa daños psicológicos, económicos y en el entorno más próximo a la víctima que son difícilmente reparables.
Pero ¿cuál es la diferencia entre sextorsión y sexting? La falta de consentimiento. El sexting consiste en enviar fotografías, audios o vídeos sexuales a una pareja o alguien con el que se desea mantener este juego. Ambas partes son conocedoras de esta práctica, es decir, de forma voluntaria deciden compartir este contenido por WhatsApp y otras apps. Por lo general, se entiende que es un “juego privado” y que todo lo que se envíe solo le incumbe a destinatario y remitente.
Sin embargo, el significado de la sextorsión implica que el propietario del contenido íntimo desconoce que sus imágenes han caído en las manos de un extorsionador. En ningún momento ha decidido los vídeos y tampoco quiere que se publiquen en la web. Y la única forma de frenar el chantaje es entregar una determinada cantidad de dinero o acceder a hacer lo que el extorsionador indique.
Tampoco debe confundirse el concepto de sextorsión con el grooming, el abuso sexual online y el acoso de menores usando las redes sociales y otras plataformas. Primero, el delincuente se gana la confianza del adolescente o niño que se encuentra al otro lado de la pantalla, para luego coaccionar su vida sexual. El hecho es que la sextorsión actúa de forma diferente y afecta a usuarios de todas las edades, aunque los menores siguen siendo un grupo de riesgo.
¿Cuáles son los métodos de sextorsión?
La sextorsión es una práctica de manipulación y coacción cibernética presente en multitud de plataformas, desde las redes sociales al correo electrónico personal. Estos son los métodos de sextorsión más habituales:
1. Estafas de phishing
Los ataques phishing sirven para hacerse con las claves secretas de tus cuentas y robar tu contenido más personal, nunca mejor dicho. Un inocente correo electrónico puede contener enlaces maliciosos que están diseñados para vulnerar tus sistemas de seguridad e infectar tu equipo con software malicioso.
Cuando consiguen robar el vídeo íntimo que por ningún concepto quieres que se salga a la luz, se pondrán en contacto contigo para pedir un rescate o manipularte, de modo que acabarás accediendo a hacer lo que ellos te pidan. Para que la amenaza sea más convincente, en el mail seguramente incluyan claves personales y otros detalles que solo sabes tú. Han averiguado sobre tu entorno: el nombre de tus amigos, de qué trabajas, si tienes pareja… En esa situación, la víctima sentirá una gran presión, por este motivo, en numerosas ocasiones no se denuncian los casos de sextorsión (o se hace pasado un tiempo).
2. Malware
Difundir contenido malicioso y keyloggers se hace para robar información confidencial, fingir una identidad nueva o conseguir las claves personales de otros perfiles. Sin embargo, el malware también está capacitado para controlar una cámara web sin que lo sepas, al mismo tiempo que activa el micrófono. ¿Te imaginas la cantidad de datos que alguien puede saber de ti si manipulan tu cam y el micro?
Y no solo registrarán tus confesiones más personales, sino que pueden retransmitir en directo lo que está viendo tu cámara. Probablemente no te des cuenta al instante, así que habrá imágenes tuyas circulando por la red hasta que lo descubras. Por increíble que parezca, hay sitios web diseñados para esto: observar lo que hacen otras personas en casa, aunque no hayan dado su consentimiento.
3. Ataques en redes sociales y apps de citas
Las aplicaciones para encontrar pareja y las redes sociales son un caldo de cultivo para los chantajistas de sextorsión. En los chats de Instagram o Facebook, un usuario puede mostrarse muy interesado en tus intereses, algo característico de los buenos amigos. No obstante, pasado el tiempo, quizá esa persona cambie y empiece a practicar ciberbullying.
En cuanto a las apps de citas, detrás del anonimato quizá haya una estafa (o un entramado profesional de estafadores). Pensamos en el catfishing, una farsa que se emplea para engañar a otra persona (por lo general mayor) mostrándole cariño e interés de formar una pareja. Sin embargo, no es una relación romántica platónica, solo un fraude por el que el estafador robará importantes cantidades de dinero. Además, aprovechando el ambiente de confianza y el contexto de una supuesta pareja, pueden pedirle a la víctima que muestre su sexualidad a la cámara. Lo que nunca sabrá la víctima es que le estará entregando el material necesario para un chantaje de sextorsión.
4. Cuentas pirateadas
Al año, un gran número de cuentas personales terminan pirateadas: perfiles en redes sociales, correos electrónicos profesionales, la cuenta de la banca electrónica… Quizá pienses que no tienes nada que ocultar, pero la ciberseguridad es un tema que nos debería preocupar a todos, ya que el pirateo de cuentas puede tener consecuencias nefastas, como ser víctima de sextorsión.
La mayoría de las personas que se ven afectadas por estas malas prácticas, temen denunciarlo a la policía. Bien porque no tienen pruebas suficientes, porque desconocen el procedimiento o por la angustia de que el delincuente difunda sus imágenes íntimas como represalia. Por eso creemos que después de definir qué es la sextorsión, hay que hablar de lo frecuente que es este ciberchantaje.
5. Venganzas de alguien que conoces
Los delitos no solo son propios de alguien anónimo, a veces están más cerca de lo que pensamos. La Ley Olimpia de México se incorporó a la legislación vigente a raíz de un caso muy mediático, la difusión sin consentimiento de imágenes íntimas de Olimpia Coral Melo por parte de su expareja. Ahora el texto jurídico inspira a otros países de Latinoamérica, como Argentina que, con la Ley Belén, busca tipificar la ciberviolencia y que se sancione la difusión sin autorización de contenido de índole sexual.
¿Es frecuente la sextorsión en España, México y otros países latinoamericanos?
Sí, aunque resulta complicado encontrar cifras oficiales porque no todas las víctimas denuncian. Asimismo, la legislación vigente no siempre cuenta con los medios para sancionar este tipo de conductas delictivas, así como identificarlas y catalogarlas como tal: un ciberdelito que causa graves daños psicológicos. Sin duda, la Ley Olimpia mexicana y la Ley Belén argentina suponen un avance importante.
En España, la policía ha arrestado a criminales que se dedicaban a chantajear con contenido íntimo a usuarios online (especialmente mujeres). La operación “Vaourtour” de 2022 es solo un ejemplo. Mientras que en Latinoamérica se plantean cambios en el Código Penal para poder combatir este delito, así lo anunciaba Perú en 2022, siendo un pionero en la materia. Esta problemática se ha incluido en el debate público gracias a diversos organismos, entre los que encontramos a la Asociación Internacional de Mujeres Juezas. Asimismo, esta tarea debe realizarse a la par que un ejercicio de concienciación sobre la importancia del concepto de ciudadanía digital.
¿Cómo protegerse de la sextorsión?
Lee con atención estos consejos básicos para protegerte contra la sextorsión. Además de aplicarlos, formula una denuncia ante las autoridades correspondientes para frenar este delito cibernético.
- 1.No abras archivos de correos electrónicos enviados por extraños. Los extorsionadores pueden conseguir tu contenido íntimo a través de un ataque informático que use esta plataforma.
- 2.No envíes contenido íntimo a desconocidos. La confianza y el respeto por tu intimidad quizá no sea mútuo, mejor no te arriesgues. Incluso si conoces a la persona y decides enviar este tipo de fotografías, no muestres tu cara y que tampoco sea perceptible cualquier rasgo que te pueda identificar. El dispositivo del receptor podría ser pirateado.
- 3.Utiliza contraseñas seguras. Las claves secretas son la primera barrera con la que se encuentran los ciberdelincuentes, no se lo pongas fácil. Piensa que son las llaves de tu casa y que no se las darías a cualquiera.
- 4.Consigue una VPN. Encriptar tu tráfico online es otra forma de aumentar tu privacidad y seguridad en línea. Consiste en enmascarar tu dirección IP y navegar con mayor anonimato.
- 5.Supervisa el uso que tus hijos hacen de internet. Los menores son un grupo vulnerable y más fácilmente manipulable.
¿Qué hacer si eres víctima de sextorsión?
Denuncia y busca ayuda. Comprendemos que es una situación en la que te encuentras muy vulnerable, incluso en estado de shock, pero puedes encontrar el apoyo de diferentes organismos. Lo más importante en estos casos es mantener la calma, aunque resulte muy complicado, y acudir a las autoridades capacitadas para frenar este ciberchantaje.
Estos son los pasos a seguir si estás siendo víctima de sextorsión:
- Detén toda comunicación con el extorsionador. No dejará de intentar manipularte y hacerse con el control de la situación. Cuando descubras que estás ante un caso de chantaje porque alguien te amenaza con difundir tu contenido íntimo (o lo ha falsificado con deep fake), evita mantener la comunicación y denuncia.
- No cedas a las demandas. Sabemos que es difícil tomar decisiones importantes en situaciones de estrés, pero bajo ningún concepto accedas a lo que el delincuente te está solicitando. Nadie puede asegurarte que el chantaje se acabará después de pagar el “rescate”.
- Guarda todas las evidencias, no elimines ningún mensaje. A la hora de la denuncia, todos los detalles ayudarán a identificar al delincuente y que pague por todo lo que ha hecho. No te dejes llevar por el primer impulso, no elimines los chats o el mail en el que se te amenaza.
- Reporta y bloquea. Comunícate con el equipo de soporte técnico de la app que estás usando para que quede constancia del abuso que otro usuario está ejerciendo.
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