El cifrado de extremo a extremo, explicado

Para entender qué significa el cifrado de extremo a extremo, es importante entender de qué manera funciona internet en general. Cuando envías o recibes cualquier tipo de información en internet, por ejemplo un mensaje de chat o el streaming de una película, estos datos deben pasar por una serie de nodos o servidores hasta llegar al dispositivo de destino, con lo que si se produce una vulnerabilidad en cualquiera de estos nodos, tus datos pueden quedar comprometidos.

La encriptación de extremo a extremo, entonces, es un cifrado de última generación que protege esta información de manera que se envíe en forma de mensajes cifrados que no sean accesibles por parte de ninguno de los dispositivos intermediarios, sino solo por parte del dispositivo de destino. De esta manera, incluso si se produce una vulnerabilidad en el camino, tus datos se mantendrán a salvo.

El cifrado de extremo a extremo encripta tu mensaje durante todo el trayecto entre dos puntos finales. Permanece encriptado mientras viaja a través de los servidores intermedios y ni el proveedor de servicios, ni tu ISP ni ningún tercero puede acceder a él.

Sin este tipo de cifrado, tu mensaje solo pasa a encriptarse al llegar a un servidor intermedio. Así, una entidad que controle estos servidores (por ejemplo, un ISP) podría ver tus mensajes.

Sin embargo, si utilizas una VPN (Red Privada Virtual), este tipo de conexión es mucho más segura, ya que un servicio VPN encripta tu tráfico desde el comienzo y, además, cambia tu dirección IP, lo que te permite navegar de forma segura y privada para que nadie tenga acceso a los datos de tu navegación o incluso puedas enviar un e-mail anónimo, entre otras cosas.

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El cifrado de extremo a extremo te protege frente a posibles filtraciones de datos en los dispositivos intermediarios encargados de trasladar tus mensajes entre tu dispositivo y el dispositivo de destino, es decir, te protege ante las posibles vulnerabilidades de los servidores de tu proveedor de internet y los del proveedor del dispositivo de destino, entre otros, así como los servidores que median entre ellos.

Es importante tener en cuenta que este tipo de encriptación solo está destinada a proteger tus datos durante el trayecto, por lo que no protegerá tus datos en el caso de que se produzca una vulnerabilidad en el dispositivo de destino o en el tuyo propio. Estos dos dispositivos, conocidos como puntos finales, deben protegerse con otro tipo de herramientas.

La mejor defensa es la prevención, por eso es esencial identificar las posibles amenazas que buscan comprometer tu privacidad y seguridad online.

• El cifrado de extremo a extremo no protege los puntos finales. En consecuencia, si alguien hackea cualquiera de ellos puede obtener una clave pública o privada o, simplemente, arrebatar los datos a través de tu app.
• Algunos sistemas de mensajería no cifran los datos de sus copias de seguridad. Por ejemplo, WhatsApp ofrece un sistema de encriptación de extremo a extremo, pero no cifra los mensajes de copia de seguridad que almacena en los servidores de Google Drive. Esto significa que Google puede acceder a tu registro de copias de seguridad de WhatsApp.
• Ataques de puerta trasera. El ataque de puerta trasera constituye una evasión encubierta del cifrado. Puede realizarse empleando troyanos, malware u otras formas de código malicioso. Mediante este tipo de ataques, los hackers pueden interceptar tu dispositivo y acceder a tus datos.

Existen diversos tipos de cifrado, a continuación explicamos cuáles son y sus características más relevantes.

La encriptación simétrica tiene lugar cuando un emisor y un receptor utilizan la misma clave de encriptación privada para descifrar y codificar un mensaje encriptado.

El principal inconveniente es que la clave debe ser compartida entre las partes. A menos que se establezca un túnel seguro, un hacker podría arrebatar la clave y descifrar el mensaje.

El cifrado asimétrico utiliza un método más avanzado y seguro para proteger tus datos. En este caso, dos claves cifran tu mensaje: una clave pública y una clave privada. La clave pública es la misma para el emisor y el receptor, mientras que la clave privada es única para cada una de las partes. Esto significa los participantes en la comunicación no conocen la clave privada del otro.

En este caso, solo una persona que tenga tanto la clave privada como la pública puede acceder al mensaje. Si un mensaje cae en manos equivocadas en tránsito, un interceptor no podrá acceder a él incluso si tiene la clave pública, ya que no tendrá la clave privada.