¿Una cura o pirateo? El coste oculto de las apps sanitarias

Ya sean gratuitas o de pago, todas las aplicaciones requieren que el usuario facilite cierta información sobre sí mismo para funcionar correctamente. ¿A qué renunciaba la gente para mantenerse sana?

La gente facilitó generosamente sus datos de contacto: El correo electrónico y el nombre fueron facilitados por más del 50%, y el número de teléfono por más del 31% de los encuestados. Esto (junto con la información sanitaria, que también facilitaron más de la mitad de los usuarios) suele ser un requisito para utilizar una aplicación. El 13% de los encuestados añadió una foto a su perfil. Más del 9% de los usuarios también dio acceso a su lista de contactos, por lo que aunque seas cuidadoso con tus datos, siempre existe la posibilidad de que alguien no lo sea.

Alemania destaca en este sentido: los usuarios facilitan más información de pago, pero menos datos de otro tipo. Este comportamiento puede relacionarse con una mayor tasa de uso de aplicaciones de pago en Alemania y muestra un claro equilibrio entre las aplicaciones de pago y la privacidad en las elecciones de los usuarios.

Sin embargo, solo el 14% de las personas no facilita ningún dato a sus aplicaciones de salud, lo que significa que el 86% de los usuarios confía en las medidas de ciberseguridad de sus aplicaciones para la privacidad de sus datos. Lamentablemente, esto no influye en la toma de decisiones a la hora de elegir una aplicación de salud.

Las tres características más importantes fueron la facilidad de uso, la disponibilidad de un plan gratuito y el contenido. Esto es así en todos los países excepto en Malasia, donde las políticas de privacidad ocupan el tercer lugar. La alta priorización de los planes gratuitos refleja el alto porcentaje de personas que prefieren las aplicaciones gratuitas.

Las dos funciones menos importantes fueron la MFA y los desarrolladores de la aplicación en todos los países. En general, el cifrado de los datos del usuario ocupó el cuarto lugar en importancia. Otras prioridades con puntuaciones bajas fueron la popularidad, la descripción y el precio de la aplicación, lo que demuestra el predominio de las aplicaciones gratuitas.

Las personas que utilizaban aplicaciones de pago para mejorar su salud tenían tres veces más probabilidades de haber experimentado un problema relacionado con la ciberseguridad con aplicaciones sanitarias gratuitas en el pasado. Es probable que esto sirviera de motivación para utilizar aplicaciones de pago a un número significativo de usuarios.

Lo preocupante, sin embargo, es que el 82% de las personas que han experimentado problemas relacionados con la ciberseguridad siguen utilizando aplicaciones gratuitas. Esto podría sugerir que los usuarios no saben cómo mejorar su comportamiento o carecen de preocupación por sus datos. Tal vez no sepan cómo protegerlos o simplemente sean incapaces de pagar por aplicaciones que los protejan.

Aunque el hecho de que una aplicación sea gratuita no es necesariamente una señal de alarma, a menudo incluye el intercambio de servicios por datos personales sensibles. Cuando esta información vendida a anunciantes y corredores de datos incluye temas como la fertilidad, las enfermedades mentales y la orientación sexual, resulta especialmente preocupante.

Datos como estos pueden utilizarse para crear perfiles detallados de los usuarios que contengan información sensible que podría utilizarse con fines de discriminación o exclusión, como denegar seguros u oportunidades de empleo en función de su salud física o mental.

El análisis por país muestra una ligera tendencia entre hacer uso activo de las aplicaciones para la salud mental y priorizar las políticas de privacidad al elegir una aplicación. Esto demuestra una conciencia general de la sensibilidad de los datos de salud mental entre los usuarios activos. y la necesidad de ver cómo se protegen estos datos.

Como demuestra la historia reciente, incluso conocidos proveedores de servicios sanitarios de pago han vendido los datos de sus usuarios a terceros. No debería sorprenderte que tu aplicación gratuita de meditación, fitness o seguimiento de comidas pueda hacer lo mismo. En cualquier caso, de ti depende cuidar la privacidad de tus datos.