¿Qué es la inteligencia artificial (AI)?
Definición de inteligencia artificial
La inteligencia artificial es un software diseñado para imitar el comportamiento de los seres humanos. El objetivo es que las máquinas, normalmente ordenadores, ejecuten actividades que hasta ahora realizaban solo las personas. Las tareas que puede llevar a cabo la IA incluyen la escritura, el reconocimiento de voz o algunas acciones relacionadas con la ciberseguridad. Funciona basándose en el análisis de patrones y sus pertinentes correcciones.
Por lo tanto, explicar qué es la AI, siempre involucra entidades no vivas. El diseño de máquinas de inteligencia artificial está pensado para que puedan imitar las funciones cognitivas propias de los seres humanos. En cuanto al uso de la inteligencia artificial, existen numerosas áreas en las que este tipo de tecnología puede ser útil, desde la economía a la ciberseguridad.
¿Cómo funciona la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial (AI) funciona gracias a la programación de algoritmos informáticos que permiten que una máquina pueda aprender, igual que lo haría un ser humano. Este sistema informático sofisticado es capaz de procesar datos y mejorar su rendimiento a medida que adquiere mayores conocimientos, en parte a través del análisis de patrones.
No obstante, cabe destacar que a la hora de explicar para qué sirve la inteligencia artificial, no se puede olvidar mencionar que hay varios tipos diferentes y que están pensadas para realizar determinadas tareas. Por ejemplo, la AI basada en machine learning usa algoritmos supervisados por un especialista o no, pero en otras ocasiones se puede seguir un conjunto de normas predefinidas. En el siguiente apartado nombramos con mayor detalle cuáles son las diferentes inteligencias artificiales.
Los conceptos esenciales de la AI: subcategorías
Para definir qué es la inteligencia artificial y para qué sirve, es necesario presentar estos conceptos asociados a la tecnología AI.
Aprendizaje automático (Machine learning)
El software de inteligencia artificial machine learning tiene una característica principal: cuenta con la capacidad de aprender automáticamente. Con el procesamiento de datos, se consigue identificar ciertos patrones y de esos mismos analizar la forma más eficiente para ejecutar tareas o resolver problemas cotidianos. Dicho sistema aprende de sus algoritmos y se pueden hacer predicciones o tomar decisiones que no estaban programadas.
Efectivamente, es similar a la capacidad de los seres humanos para aprender una habilidad y manejar su uso. Sin embargo, el software AI procesa rápidamente grandes cantidades de datos, los sistemas de ciberseguridad con aprendizaje automático integrado predicen ciberataques con más precisión.
Sistemas operativos expertos
Los sistemas operativos expertos de la inteligencia artificial son programas que emulan el proceso de toma de decisiones de los humanos, así como su método para resolver problemas y buscar soluciones adecuadas. Por regla general, presentan dos subsistemas: el motor de inferencia y la base de conocimiento.
El primero, el motor de inferencia, sirve para utilizar ciertas reglas para deducir nuevos hechos. Mientras que el segundo, la base de conocimiento, recopila hechos y reglas observadas en los patrones y toda la información que ha sido registrada.
Redes neuronales artificiales
La AI, al igual que las personas de carne y hueso, necesita un sistema neural bien conectado para funcionar. Por eso aprende con los datos que observa, emulando el proceso natural del cerebro humano. En este caso, las neuronas artificiales envían señales y el sistema trata de interpretarlas.
Por ejemplo, un escáner de reconocimiento facial funciona gracias a estas redes neuronales artificiales. Las neuronas, aunque no estén vivas, envían una señal al sistema central del software y se asocia una imagen a la identidad de un ciudadano.
Aprendizaje profundo (deep learning)
El aprendizaje profundo de la AI se crea sobre la base de dos pilares fundamentales: las redes neuronales artificiales y el aprendizaje de representación. Como requiere de mayor complejidad, se emplean varias capas para extraer progresivamente todas las características y datos que sea posible.
En resumen, el aprendizaje profundo juega un papel esencial en la inteligencia artificial, ya que es el elemento que permite identificar las diferencias y los aspectos específicos entre los datos. Por ejemplo, el futuro de ChatGPT en español seguro que pasa por generar textos más precisos y adecuados a la intención del usuario.
Tipos de inteligencia artificial (AI)
La inteligencia artificial está más viva que nunca. Es un tema muy recurrente que está siendo estudiado en las universidades y otras organizaciones, incluidas las empresas tecnológicas más reconocidas a nivel mundial. En la actualidad, podemos distinguir 3 tipos de inteligencia artificial con diferentes usos.
Máquinas reactivas
Las máquinas reactivas de inteligencia artificial son las más simples, en cuanto a los tipos de AI que podemos encontrar. Se relaciona con el adjetivo “simple” porque está mucho más limitado que otros modelos que presentaremos en este apartado. El propio nombre anuncia para qué sirve, ya que su función principal es reproducir el comportamiento humano ante cierta acción.
Sin embargo, no es tan compleja como otros tipos de AI porque no tiene memoria. Por lo tanto, este software no puede aprender ni administrar una base de datos interna para ejecutar tareas más complicadas. Solo pueden responder a ciertos estímulos y reaccionar de una manera determinada. En la actualidad, se han quedado un poco anticuadas, ya que están demasiado limitadas, aunque en la década de 1990, Deep Blue de IBM marcó un hito.
Memorias limitadas
Las máquinas de inteligencia artificial con memorias limitadas son capaces de actuar ante ciertos estímulos, pero en este caso sí que disponen de una pequeña memoria. Por lo tanto, son un poco más avanzadas que las máquinas reactivas, ya que pueden mejorar sus habilidades a través del aprendizaje de datos.
La información recolectada se guarda en bases de datos, que actúan como historial o manual de instrucciones para saber cómo actuar. Los chatbots son el mejor ejemplo de este tipo de AI. Las respuestas que se dan en un chat en vivo son limitadas, pero pueden comprender cuál es la duda o el problema del cliente que se pone en contacto con el departamento de soporte técnico.
Teoría de la mente (Theory of Mind)
La Teoría de la mente, que proviene del término en inglés Theory of Mind, es otro tipo de inteligencia artificial que se ha desarrollado enormemente en los últimos años. De hecho, todavía no se ha descubierto todo su potencial y qué modelos innovadores aportará a la industria.
La misión de la Teoría de la mente es analizar con AI las emociones, necesidades y comprender las reflexiones que expresa un ser humano. Podría decirse que será un escáner de la parte más personal de la mente humana. Sin embargo, el objetivo de esta inteligencia artificial es ambicioso, por eso todavía está en fase experimental.
AI de la autoconciencia
Por el momento, la inteligencia artificial de la autoconciencia no ha adoptado una forma en concreto, aún está en desarrollo. La dificultad es notoria porque se trata de un software que es consciente de quién es, qué hace y por qué. Ese nivel de sofisticación necesita más estudio y la continua financiación de empresas y otras entidades para seguir la investigación.
No solo se trata de interpretar las emociones humanas, sino de tener las suyas propias, aunque hablemos de una máquina programada. Parece algo propio de una película futurista, pero en España ya hay facultades y centros de FP (Formación Profesional) que ofertan estudios especializados en inteligencia artificial.
Asimismo, se plantea otro debate en torno a los límites de la tecnología. Entre los temas a analizar en este punto, cabe mencionar la privacidad de los usuarios ante máquinas que funcionan con la recolección de datos, por poner solo un ejemplo.
Inteligencia artificial en la ciberseguridad
La inteligencia artificial (AI) puede servir de gran ayuda para mejorar los mecanismos de defensa que presenta la ciberseguridad. Pero, al mismo tiempo, se presentan importantes desafíos. Te recomendamos ver el siguiente vídeo:
Los retos de la AI en la ciberseguridad
Toma nota de los desafíos a los que se enfrenta la ciberseguridad con el auge de la inteligencia artificial:
- Los hackers también pueden usar la AI. Los hackers siempre buscan maneras de mejorar sus ataques informáticos, por eso no es de extrañar que sientan interés por la AI. La diferencia es que ellos la usarán con fines maliciosos, iniciando ataques aún más sofisticados y a gran escala. Por si fuera poco, la IA puede ayudar a identificar y explotar vulnerabilidades de manera más rápida y eficiente.
- El reconocimiento biométrico impulsado por IA también puede ser una amenaza. Las técnicas de escaneo avanzadas pueden proporcionar datos muy detallados sobre los perfiles de cientos de ciudadanos. También se pueden usar para vigilancia, seguimiento y otras violaciones de nuestra privacidad (incluso ser víctima de spoofing). Los países y regímenes autoritarios podrían emplear estas técnicas para monitorear a sus adversarios.
- El elevado coste de contratar expertos para implementar soluciones de IA. En especial, si tenemos en cuenta que hay tipos de inteligencia artificial que todavía están en etapas experimentales.
- La excesiva recopilación de datos privados para que la AI funcione. La AI ha permitido recopilar y procesar más datos que nunca, lo que supone que las entidades tengan aún más información personal sobre nosotros. Podría introducir más problemas de privacidad y seguridad de los que resuelve.
- Los desarrolladores de virus también pueden usar AI. Los ataques de malware pueden ser diseñados con herramientas de inteligencia artificial. Esos virus impulsados por AI pueden potencialmente causar más daño que otros virus porque pueden detectar software antivirus, atacar su código y eludir todas las barreras de seguridad.
- La IA también se puede emplear para ataques de ingeniería social. La ingeniería social también busca formas de innovar y causar mayores daños. Los estafadores pueden usarlo para imitar el lenguaje humano a través de un bot o producir imágenes o vídeos falsos para engañar a los usuarios para que envíen datos confidenciales. Estas técnicas también pueden utilizarse en ámbitos más delicados, donde hay menores, como en el caso del ciberacoso o la manipulación de las redes Wifi de las instalaciones.
La inteligencia artificial en nuestro día a día: sus posibles usos
La inteligencia artificial puede ser muy beneficiosa para todos, siempre y cuando se utilice para fines legítimos y no para el desarrollo de ciberdelitos. Estos son solo algunos de los usos de la inteligencia artificial y por qué deberías usarla:
- Simplificar tareas aburridas y monótonas. La inteligencia artificial aprende por imitación, así que es posible emplear este software para responder correos electrónicos que se repiten y otras tareas monótonas. De esta forma, los empleados de una compañía pueden optimizar sus responsabilidades y dedicar más tiempo a las tareas más complejas.
- Detectar ciberamenazas. Las capacidades de aprendizaje automático y las grandes bases de datos pueden ayudar a detectar amenazas y vulnerabilidades de manera más eficiente. Recuerda que el funcionamiento de la AI se construye sobre el análisis de patrones.
- La AI opera 24/7. Elimina las esperas y puede responder las dudas que los clientes presenten en un chat en vivo a tiempo real, sin importar el horario.
- La IA puede eliminar la necesidad de usar contraseñas y los peligros de que las roben. Los sistemas de identificación biométrica utilizan AI para identificar al titular de la cuenta mediante reconocimiento facial, huella dactilar u otras técnicas similares.
- Identificar algunos tipos de malware. La AI aprende a reconocer patrones de comportamiento de malware u otros procesos sospechosos. No obstante, al menos mientras la inteligencia artificial sigue en etapas de desarrollo y se defina exactamente qué es la inteligencia artificial, recomendamos reforzar tu seguridad online con herramientas testadas por usuarios de todo el mundo, como la Protección contra amenazas Pro de NordVPN.
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