¿Qué es la identidad digital y por qué es importante?
La identidad digital es toda la información disponible en internet que genera una imagen o reputación acerca de nosotros mismos. Podemos ver numerosos ejemplos en los datos personales que manejamos a diario y que, con gran probabilidad, hemos publicado online al menos en alguna ocasión: correos electrónicos, fotografías familiares, likes o los números de la tarjeta de crédito. El concepto de identidad digital, que consiste en facilitarnos el día a día, es positivo, pero debemos tomar medidas de seguridad para garantizar nuestra privacidad en internet.
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¿Qué es la identidad digital?
Esta es la definición de identidad digital: es el conjunto de datos e información disponible online que sirven para definir cómo somos en la vida real. Dicha representación, ya sea falsa o acertada, hace que un cibernauta, el algoritmo de los buscadores o los propios hackers generen un perfil en base a los datos personales que hemos ido aportando.
Pero ¿cuál es la información que define la identidad digital? La también conocida como identidad 2.0., funciona en base a los datos que nosotros mismos publicamos en redes sociales, portales de empleo o en webs oficiales de la Administración. Sin embargo, aquí también juegan un papel importante las acciones o comportamientos que seguimos en la red: páginas que consultamos, horas de conexión, criterio de compra…
En pocas palabras, cuanto más usemos internet, más información estaremos dando a nuestra identidad digital. Por lo tanto, es crucial tomar precauciones y familiarizarse con herramientas de ciberseguridad que eviten el robo de datos personales.
Una vez puntualizado en qué consiste la identidad digital, ha llegado el momento de presentar los 4 tipos nos podemos encontrar.
4 tipos de identidades digitales
Dentro de la definición del concepto “identidad digital”, cabe destacar el propósito por el que se recolectan todos esos datos. Es decir, detrás del análisis de la información online disponible sobre nosotros, hay una razón que explica por qué en algún momento hemos tecleado esos datos o el motivo por el que, de ser el caso, alguien se ha tomado la molestia de robarlos.
Este aspecto es relevante a la hora de dividir los 4 tipos de identidades digitales y cuál es la información más importante en cada caso, para seguidamente proteger dicha información de las miradas indiscretas de los ciberdelincuentes.
- La identificación digital en base a credenciales. Este perfil se crea a partir de información personal muy específica que identifica fácilmente al cibernauta. Los ejemplos son los siguientes: la partida de nacimiento, tu número de la Seguridad Social o una copia escaneada del pasaporte. Esta información es muy sensible, siempre que necesites reflejarla en algún formulario, verifica que el sitio web sea seguro.
- La identificación digital de hábitos y gustos. Se basa en los hábitos y comportamientos en línea. Pero ¿cómo se puede analizar algo tan subjetivo? Otorgando permisos para que la página que estás consultando pueda recopilar tus datos, aunque no sepas bien con qué fin se vayan a usar. Tus preferencias se ven reflejadas en las compras online, los seminarios a los que asistes o tu lista de favoritos.
- La identificación digital según el personaje. Todos queremos lanzar una imagen concreta en las redes sociales o la e-commerce de nuestro negocio. También añadimos descripciones personalizadas en los perfiles de LinkedIn, en el metaverso o las apps de citas como Tinder. Esta información conforma una determinada identidad digital basada en el “personaje” que nosotros mismos hemos creado.
- La identificación digital de trayectoria profesional o académica. Los sitios web de las oficinas administrativas vinculadas al ámbito educativo recopilan numerosos datos sobre el nivel formativo de una persona, así como las instituciones de las que ha formado parte. En el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal de España) manejan estos datos, junto a los informes de vida laboral, documentos que acrediten una discapacidad o los antecedentes penales de un desempleado. La digitalización de los perfiles agiliza los procesos de búsqueda de empleo, pero los datos confidenciales de los usuarios se pueden ver comprometidos.
ID digital y privacidad online
Al nacer, todo ciudadano tiene derecho a recibir un documento nacional de identidad. El código numérico o alfanumérico que le identifica de por vida, y que le deja constancia de su existencia a la Administración. Por increíble que parezca, en América Latina y el Caribe, hasta 34 millones de personas no tenían una cédula de identidad en 2018 (según un informe de The World Bank Group’s Identification for Development, ID4D).
Del mismo estudio, se señala que en Oriente Medio y el norte de África había 63 millones de indocumentados. Encontramos el número más bajo en Europa y Asia Central, alrededor de 11 millones de ciudadanos. Ante estas cifras, parece sensato hablar de la digitalización de las oficinas administrativas y la promoción de un ID digital que facilite los trámites burocráticos y la vida diaria de todos, en especial aquellos que no todavía no tienen un documento nacional de identidad.
Sin embargo, hay varios problemas que habría que enfrentar. Los primeros son los que están relacionados con las propias habilidades tecnológicas de los ciudadanos, y en segunda instancia están las cuestiones de ciberseguridad y privacidad online.
- La alfabetización digital visibiliza la brecha generacional tecnológica. Tanto en España como en Latinoamérica, las personas de mayor edad suelen tener más dificultades a la hora de navegar por internet o realizar un trámite cotidiano usando un dispositivo electrónico o una máquina, por ejemplo, retirar el dinero de la pensión desde un cajero automático y no en ventanilla. ¿Cómo podrían familiarizarse con ID digitales que funcionen, por ejemplo, con reconocimiento facial?
- La conexión a internet no es la misma en la ciudad que en rural. En los pueblos son más inestables y lentas. Pero no solo eso, probablemente, en los ayuntamientos y oficinas administrativas no se destine tanto presupuesto en mantenimiento y seguridad online como en la capital, aunque los datos de los vecinos requieran de la correspondiente protección. No parece una tarea sencilla popularizar los carnés digitales, ya que las smart villages siguen siendo una minoría.
Todos los datos confidenciales son relevantes, no importa si se trata de las credenciales personales de un usuario o la lista de clientes de una empresa, los ciberdelincuentes estarán siempre detrás de ellos. En este estudio de NordVPN (2022) se analiza qué tipo de información online se roba con más frecuencia.
La ID descentralizada es un sistema de gestión de identidades que no es administrada por una autoridad central, la cual se encargaría de verificar y autentificar identidades. Este último rol lo adopta la tecnología blockchain. Sin embargo, esta opción, teniendo en cuenta las dificultades citadas anteriormente, parece que va a tardar en ponerse en marcha.
¿Cómo saber si mi identidad ha sido robada?
Estos son algunos métodos muy sencillos que sirven para saber si alguien está usando tu identidad sin consentimiento.
- Escribe tu nombre en Google o en cualquier buscador. Analiza si hay perfiles en redes sociales o plataformas en las que, con certeza, no te hayas registrado. Ante cualquier duda, ponte en contacto con las autoridades, la usurpación de la identidad es un delito.
- Revisa si tus facturas son correctas y que el correo postal siga llegando con regularidad. Uno de los motivos para robarle la identidad digital a alguien, es hacerse con cierta cantidad de dinero, comprueba que en tus cuentas bancarias no se hayan añadido cargos extra.
- Denuncia cualquier mensaje de extorsión. Recibir un correo electrónico o un mensaje de WhatsApp en el que se exige dinero a cambio de devolverte una fotografía o un vídeo, aparentemente comprometido, puede parecer una broma de mal gusto o spam, pero podría tratarse de un “rescate” real.
5 consejos para proteger tu identidad digital
Hemos definido qué es la identidad digital, en qué consiste y cuáles son sus riesgos en cuanto a la seguridad online. Ahora hablaremos de los 5 consejos que debes seguir para proteger tu identidad digital.
1. Evita las redes wifi públicas
Es muy tentador conectarse a la red pública de una biblioteca, el aeropuerto o nuestra cafetería favorita. Sin embargo, en estas conexiones suelen habitar hackers que están esperando un mínimo descuido para hacerse con tus datos personales: imágenes, documentos de tu oficina, los detalles bancarios…
Utiliza los servicios de una VPN para encriptar tu tráfico online y añadir la capa extra de seguridad que necesitas. Con este simple gesto, ocultas tu dirección IP y puedes navegar con mayor privacidad.
2. No utilices sitios web desconocidos
Has visto una oferta insuperable en una tienda online que nadie conoce, ¡desconfía! Accede a sitios webs “https” y solo aquellos que sean populares, especialmente si quieres hacer una compra por internet. Revisa las reseñas de los productos y haz una búsqueda rápida para asegurarte de que la prensa no afirma que la página es un fraude.
3. Utiliza solo contraseñas seguras y únicas
La clave personal es la primera barrera que se encontrará un hacker que quiere hacer negocio con tus datos. Pónselo difícil. Piensa en una contraseña que no esté relacionada contigo, ni con tus aficiones ni tu empleo, algo que sea imposible de adivinar por un humano (conocido o desconocido). Incluye letras, números y símbolos especiales.
Y ahora viene la mejor parte, gracias a la tecnología, ya no tendrás que memorizar ese grupo de caracteres imposibles. Usa los gestores de contraseñas online. Además, carecería de lógica escribirla en un papel, puesto que sería accesible para cualquier curioso con un poco de habilidad.
Para ganar un extra de seguridad, no te olvides de activar la autenticación de 2 factores en todas tus cuentas personales online. Repito, en todas, ya que cualquier detalle, por mínimo que te parezca, puede ser crucial a la hora de diseñar tu identidad digital.
4. Actualiza tus apps y el software de tus dispositivos electrónicos
La actualización de un software es una versión mejorada del mismo. Se corrigen posibles errores o vulnerabilidades que podrían ser explotadas por los delincuentes. Por eso es crucial que te acostumbres a actualizar el sistema operativo de tu tablet, smartphone o portátil.
5. Lee con atención la letra pequeña: políticas de privacidad y permisos
En un banco, no firmarías el primer papel que te ponen delante, ¿cierto? ¿Entonces por qué ibas a hacer justo lo contrario en internet? Hemos automatizado el gesto de “aceptar” cuando una ventana emergente nos impide ver el contenido de la página. No obstante, haciendo esto, ponemos en grave riesgo nuestra privacidad online.
Presta atención a la política de registros o los términos de uso que presenta el sitio web en el que te encuentras. Y esto es importante incluso en las redes sociales, en estas plataformas pasamos varias horas al día haciendo scroll, repartiendo “likes” y cerrando posts que no son interesantes para nosotros. Es decir, regalamos innumerables detalles sobre nuestra identidad digital.
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