México es el 2º mejor país para trabajar a distancia

Recuerda que NordLayer es una herramienta de ciberseguridad de Nord Security, diseñada para ayudar a las organizaciones a proteger sus redes. En otras palabras, es la solución para modernizar las redes de internet y conseguir que los recursos en línea sean más accesibles, un requisito para que el modelo Home Office (cada vez más popular en México) funcione de forma eficiente.

A continuación, presentaremos las conclusiones principales que se pueden extraer del Índice global de trabajo a distancia (GRWI) con respecto a México.

El GRWI de NordLayer concluye que México es el segundo mejor país de Centroamérica para trabajar a distancia, un dato que, sin duda, le interesará saber a todos aquellos nómadas digitales que quieren instalarse en Cancún u otras emblemáticas localidades mexicanas. En términos globales, México se sitúa en el puesto 62º.

Pero ¿cómo se ha calculado este resultado? NordLayer, que analiza 108 países en el Índice global de trabajo a distancia y colocó a España en el 4º puesto, preta atención a cuatro criterios diferentes para concluir cuál es el mejor país para el trabajo remoto:

• Los niveles de ciberseguridad: la infraestructura de las redes Wifi, la capacidad de respuesta ante los ciberataques y las medidas legales con las que cuentan las víctimas de estafas online.
• La seguridad económica: la estabilidad política, el atractivo turístico o el dominio del inglés (lengua internacional en el mundo de los negocios), son aspectos clave para concluir si un país es idóneo para el teletrabajo. En este punto, también incluimos la asistencia sanitaria y el coste de vida.
• La infraestructura digital y física: asegurar la calidad y la estabilidad de las redes de internet, así como la infraestructura electrónica o física, son elementos esenciales para que los trabajadores a distancia puedan cumplir con sus tareas sin interrupciones. Por ejemplo, si el coste de vida de un país es asequible, pero las conexiones a internet son demasiado lentas, esta ubicación no estará entre las opciones de las empresas con grupos de trabajo deslocalizados.
• La capacidad de la protección social: garantizar los derechos individuales y colectivos, así como la inclusión, son fundamentales para ocupar los primeros puestos en el ranking del GRWI de NordLayer.

Después de analizar detalladamente estos cuatro criterios, NordLayer ha concluido que México es el segundo mejor país centroamericano para trabajar a distancia y el puesto 62º globalmente.

La clasificación de México fue la siguiente:

• La seguridad social mexicana ocupa el puesto 65º.
• Los niveles de inclusión del país le entregaron la posición 61º.
• En cuanto a la ciberseguridad, México se queda en el puesto 66º.
• Las infraestructuras digitales y físicas colocan a México en la posición 46º.
• La seguridad económica se traduce en el puesto 63º.
• Las medidas legales disponibles son más positivas, ya que colocan a México en el puesto 23º.
• El coste de vida es asequible, por eso vemos que México ocupa el puesto 38º en este aspecto.

El peor resultado mexicano lo vemos en el nivel de dominio del inglés, arrastrando el país al puesto 79º de los 108 países analizados por NordLayer.

México y Costa Rica compiten para coronar el podio de los mejores países centroamericanos para el trabajo a distancia. Sin embargo, según la investigación de NordLayer, Costa Rica ofrece mayor seguridad sanitaria (19º), frente al puesto 66º de los mexicanos, pero el atractivo turístico de México es mayor, 10º vs. 11º.

Si te preguntas, en términos generales, cuáles son los 10 mejores países para el trabajo remoto, a continuación encontrarás el ranking:

1. Dinamarca
2. Países Bajos
3. Alemania
4. España
5. Suecia
6. Portugal
7. Estonia
8. Lituania
9. Irlanda
10. Eslovaquia

Sin duda, México necesita mejorar algunos aspectos para ser una opción más cotizada dentro del trabajo a distancia, al menos tanto como Alemania o Portugal, pero va por el buen camino. A título individual, los usuarios pueden aplicar sencillos consejos de ciberseguridad para proteger sus dispositivos profesionales.

“Aunque algunas de las grandes empresas tecnológicas han devuelto recientemente a sus empleados a la oficina o han introducido un modelo de trabajo híbrido, el trabajo a distancia ha llegado para quedarse. No se trata sólo de una tendencia, sino de un cambio fundamental en la forma de enfocar la productividad y el equilibrio entre la vida laboral y personal. Adoptar el trabajo a distancia permite a nuestros equipos aprovechar todo su potencial, independientemente de las fronteras geográficas”, añade Donatas Tamelis, director general de NordLayer.

Para proteger la privacidad de los dispositivos que están implicados en el trabajo a distancia, en el ya popular modelo híbrido (conocido como Home Office en diversos países latinoamericanos), es necesario considerar los siguientes consejos:

• Instala una VPN y actívala siempre que navegues por internet. La descarga de una VPN es un requisito imprescindible para aumentar los niveles de ciberseguridad de tus dispositivos, entre otros motivos, porque te permite encriptar el tráfico online y ponérselo más difícil a los hackers.
• Mantén actualizados los sistemas operativos. Llevar al día las actualizaciones de los dispositivos puede marcar la diferencia, ya que las últimas versiones intentan acabar con los ataques de día cero y otras vulnerabilidades.
• Intenta evitar las redes Wifi públicas. Esta es una recomendación pensada, especialmente, para los trabajadores de la banca electrónica y otros sectores que manejan información muy sensible. Resulta tentador teletrabajar desde tu cafetería favorita, pero los ciberdelincuentes son expertos en interceptar datos en las redes Wifi de libre acceso.
• Activa la autenticación de dos factores. No basta con elegir solo contraseñas robustas, la tecnología ya permite añadir capas de seguridad a los inicios de sesión, frenando la entrada de las personas no autorizadas. Nos referimos a la 2FA o su versión más compleja, MFA.

El Índice global de trabajo a distancia de NordLayer se ha realizado sobre la base de cuatro dimensiones que se centran en la ciberseguridad, las condiciones económicas, la infraestructura digital y física y la seguridad social de los países. En total, en el estudio han participado 108 países, entre los que por supuesto se han incluido los de habla hispana.