Su IP: Desconocido · Su estado: ProtegidoDesprotegidoDesconocido

Ir al contenido principal

Elecciones en Estados Unidos: ¿qué es el fraude electoral y cómo detectarlo?

El concepto de fraude electoral se ha convertido en el epicentro de las controversias políticas de las últimas décadas en América y el mundo. Y hoy la discusión se vuelve especialmente relevante en la región, debido al complejo y polarizado escenario de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Veamos a qué nos referimos cuando hablamos de fraude electoral y sobre todo, sus posibles consecuencias e impacto en los procesos democráticos.

Elecciones en Estados Unidos: ¿qué es el fraude electoral y cómo detectarlo?

Tabla de contenidos

Tabla de contenidos

¿Qué es un fraude electoral?

Definición de fraude electoral

Es una intervención ilícita y deliberada a un proceso de elecciones democráticas con el fin de modificar los resultados a favor de un candidato o partido político. Este tipo de delito puede ocurrir en cualquier etapa del proceso: desde el momento de la inscripción de los votantes hasta el recuento de los votos. Sin embargo, no todas las irregularidades se consideran fraude. En algunos casos, pueden ser simplemente errores administrativos o técnicos.

La confianza en los procesos electorales es esencial para garantizar estabilidad democrática. Si las campañas ven afectada la veracidad del escrutinio, esto puede traer graves repercusiones políticas, como desestabilización de la democracia, o incluso un golpe de Estado.

En Estados Unidos, el concepto de fraude electoral abarca una serie de acciones ilegales. Estos delitos violan las leyes estatales y federales, y sus consecuencias pueden ser severas, como grandes multas o penas de cárcel. Según el FBI, los crímenes electorales nacionales incluyen:

  • Fraude en la votación
  • Compra de votos
  • Sobornos
  • Manipulación de los resultados de las elecciones.

En México, el fraude electoral está regulado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El artículo 41 establece que las elecciones deben ser auténticas, libres, periódicas y llevadas a cabo bajo los principios de certeza, imparcialidad, independencia y legalidad. Además, el Instituto Nacional Electoral (INE) es el órgano encargado de organizar las elecciones, supervisar su desarrollo y sancionar cualquier irregularidad.

¿Cuáles son los delitos electorales más frecuentes?

Son diversos y abarcan una amplia gama de actividades ilícitas destinadas a manipular los resultados. Estos delitos no solo violan la ley, sino que también socavan la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático. En muchos casos, las elecciones pueden verse comprometidas tanto por actores locales como por interferencias extranjeras. Algunos ejemplos de delitos electorales comunes son:

  • Registro ilegal de votantes: es una inscripción ilícita de personas no elegibles para contar sus votos a favor de cierto candidato. Estas personas pueden ser ciudadanos que han perdido su derecho al voto por delitos, no residentes o fallecidos.
  • Voto múltiple: implica que una persona sufrague más de una vez, a través del robo de identidad o haciéndolo en más de un distrito.
  • Manipulación de boletas: las papeletas de votación pueden ser alteradas, destruidas o falsificadas a favor de un candidato. Si se realiza la suficiente manipulación de boletas, se puede cambiar de forma radical el resultado de una elección.
  • Compra de votos: un votante es sobornado para elegir un candidato específico, lo cual viola el principio de libre elección.
  • Coacción de votantes: cuando una persona es obligada, mediante amenazas o intimidaciones, a elegir un candidato o partido específico.
  • Manipulación de las urnas: los sistemas electrónicos de votación pueden ser vulnerables a ciberataques o ser manipulados, alterando los resultados finales.

Ejemplos de fraude electoral en EE. UU. y otros países

El fraude electoral ha sido un problema no solo en Estados Unidos, sino en varios países de todo el mundo. En Norteamérica, el delito electoral se ha registrado de manera significativa en estados con una gran población hispanohablante, como California, Florida y Texas. Estos estados son clave en las elecciones presidenciales, y cualquier irregularidad en el proceso puede tener un impacto masivo en los resultados finales.

Un caso notorio en los últimos años fue el de Bridgeport, Connecticut en 2023, donde se anuló una elección primaria debido a pruebas de fraude en el voto por correo. Un video mostró a un miembro del comité demócrata local introduciendo múltiples boletas en una urna. Esto llevó a un juez a descalificar los resultados de la elección y ordenar una nueva primaria, lo que generó un debate sobre la integridad de los procesos electorales en esa localidad.

Otro caso parecido ocurrió en Texas, donde también se anuló una elección por irregularidades en la votación. En Iowa, el juicio por fraude electoral de una mujer que manipuló votos para las elecciones locales también comenzó recientemente, evidenciando cómo este tipo de delitos sigue siendo investigado en todo el país.

En México, la intervención en las elecciones ha sido un tema recurrente en la historia política del país. Durante muchos años, los procesos estuvieron plagados de casos de fraudes, desde manipulación de boletas hasta compra de votos.

Por ejemplo, en 2006 México vivió una de sus elecciones más controvertidas, con acusaciones de fraude electoral que llevaron a una polarización política sin precedentes. Las disputas sobre los resultados afectaron la confianza de los votantes en el sistema electoral y generaron un largo proceso de recuento de votos. No obstante, con las reformas electorales introducidas en las últimas décadas y la creación del INE, la transparencia y la legalidad de los procesos electorales ha mejorado.

Otro ejemplo de presunto delito electoral ocurrió hace poco en Venezuela, un país que lleva años de cuestionamientos de corrupción e inestabilidad política.

Con esto en mente, en las próximas elecciones estadounidenses de 2024, el fraude preocupa a la población latinoamericana y mundial. Por lo tanto, es importante conocer cuáles fueron los ciberataques más notorios de la última década y así aprender a identificarlos.

Ciberataques en elecciones los últimos años

Los ciberataques se han convertido en la gran amenaza contemporánea, y es cada vez más frecuente que ocurra uno en un proceso democrático. Con el aumento del uso de tecnología en los sufragios, los ciberataques pueden llegar a desestabilizar y manipular el resultado electoral de un país.

Cualquier intento de acceder, alterar o dañar los sistemas informáticos involucrados en el proceso de elección se considera un ciberataque. Estos son llevados a cabo por actores estatales, grupos de hackers, o incluso individuos con fines criminales. En Estados Unidos, varios procesos electorales han sido objeto de ataques cibernéticos, y la interferencia extranjera en las elecciones de 2016 puso de manifiesto la vulnerabilidad de estos sistemas.

En Latinoamérica, los ciberataques también han sido una amenaza creciente. Por ejemplo, el 2 de junio de 2024, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) fue víctima de uno durante las elecciones locales. Según los informes, aunque el ataque interrumpió el acceso al sitio web, gracias a las medidas tomadas por las autoridades, no afectó el conteo de votos ni la integridad de los resultados electorales. Sin embargo, este incidente subraya la importancia de la ciberseguridad en los procesos democráticos.

Principales tipos de ciberataques en elecciones

Las amenazas online pueden adoptar muchas formas. Algunos de los tipos más comunes son:

1. El phishing dirigido

El phishing es una técnica utilizada por los ciberdelincuentes para engañar a las personas y obtener acceso a información confidencial. Durante las campañas electorales, los atacantes pueden llegar a envíar correos electrónicos fraudulentos a funcionarios electorales o miembros de campañas políticas, haciéndose pasar por autoridades legítimas. El objetivo de estos ataques es obtener credenciales de acceso o información confidencial que luego puede ser utilizada para interferir en el proceso electoral.

Esto ocurrió durante las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, cuando correos electrónicos de miembros del Comité Nacional Demócrata fueron hackeados mediante phishing y luego filtrados al público. Esto tuvo un impacto significativo en la campaña.

2. Ataques de denegación de servicio (DDoS)

Un ataque de denegación de servicio, o por sus siglas DDoS, busca sobrecargar los servidores de un sitio web o plataforma electoral con una gran cantidad de solicitudes, con el fin de hacer que el sistema colapse y deje de funcionar. En un proceso democrático, estos ataques pueden deshabilitar sitios web oficiales, plataformas de registro de votantes, o incluso los sistemas de recuento de votos.

Uno de los ejemplos más recientes ocurrió en las elecciones de USA en 2020, cuando varios estados reportaron intentos de ataques DDoS en sus sistemas de votación y registro. En un informe del FBI y la Agencia de Seguridad Cibernética del Departamento de Seguridad Nacional, se advirtió que hackers, principalmente rusos, realizaron ciberataques a redes de gobiernos locales y estatales, aunque no hubo evidencia de que estos ataques comprometieran la integridad de los datos electorales.

3. Ransomware

El ransomware es un tipo de software malicioso que “secuestra” sistemas de infraestructuras electorales, para luego exigir el pago de un rescate. Estos ataques pueden paralizar las elecciones, retrasar el recuento de votos o incluso comprometer la seguridad de los datos de los votantes. El aumento de ataques de ransomware en los últimos años es alarmante, y muchas infraestructuras críticas, incluidas las electorales, han sido blanco de estos ataques.

3. Ransomware

El ransomware es un tipo de software malicioso que “secuestra” sistemas de infraestructuras electorales, para luego exigir el pago de un rescate. Estos ataques pueden paralizar las elecciones, retrasar el recuento de votos o incluso comprometer la seguridad de los datos de los votantes. El aumento de ataques de ransomware en los últimos años es alarmante, y muchas infraestructuras críticas, incluidas las electorales, han sido blanco de estos ataques.

4. Manipulación de los registros de votantes

En algunos ciberataques, los hackers apuntan directamente a los registros de votantes, cambiando o eliminando información. Estos cambios pueden impedir que las personas voten o alterar los datos para influir en los resultados. Este tipo de ataque puede ser difícil de detectar y corregir a tiempo, generando así desconfianza general en el proceso electoral.

5. Desinformación y campañas de IA

Otro desafío significativo es la desinformación. Con el uso masivo de redes sociales, donde a diferencia de los medios tradicionales no se suele contrastar fuentes ni dar acceso a documentos oficiales, se ha hecho más fácil la propagación de noticias falsas a diferentes targets y grupos sociales.

Además, el aumento del uso de inteligencia artificial para crear campañas con noticias falsas, teorías de conspiración o información errónea va en aumento. Estas campañas se distribuyen a través de plataformas digitales, muchas veces impulsadas por bots o trolls, y ponen en peligro la labor del periodismo en Latinoamérica.

En las elecciones de EE. UU. de 2016, se demostró cómo las campañas de desinformación afectaron la percepción pública y cómo el uso de redes sociales fue crucial para la difusión de información falsa. Un análisis detallado reveló que las noticias falsas representaron cerca del 6% del total del consumo de noticias, con una concentración significativa entre un pequeño porcentaje de usuarios que compartían la mayor parte de este contenido engañoso.

6. Filtración de correos electrónicos y hackeo de bases de datos

El hackeo de celulares, así como el robo y filtración de correos electrónicos de candidatos, partidos políticos y funcionarios electorales, son tácticas comunes para exponer información confidencial y manipular la opinión pública. Estos ataques, que muchas veces se realizan a través de spam, no solo buscan dañar la reputación de los afectados, sino también influir en los votantes.

Un ejemplo reciente fue la filtración de los correos electrónicos del Partido Demócrata durante las elecciones de Estados Unidos en 2016, que tuvo un impacto considerable en la campaña presidencial.

¿Dónde denunciar delitos electorales y cómo proteger mis datos?

Cada país tiene su propio sistema de denuncia de delitos electorales y campañas para prevenir amenazas en línea. Pero también debemos ser conscientes de la relevancia de la ciberseguridad como un actor esencial en cualquier proceso democrático.

Las VPN (fáciles de usar) son una gran herramienta para este cometido, ya que al cifrar nuestro tráfico web, su uso es muy efectivo para la protección de datos sensibles. Otra buena opción para saber si las credenciales de inicio de sesión de correos electrónicos han sido filtradas, es el Dark Web Monitor de NordVPN que notifica a los usuarios si detecta que datos personales se han filtrado.

En caso de que busques denunciar un delito electoral ocurrido en tu localidad, los sistemas online de cada país suelen estar sistematizados, por lo que existen maneras fáciles de acceder a hacer una denuncia por internet.

  • En Estados Unidos, si presencias o eres víctima de un fraude electoral, es fundamental denunciarlo. Los ciudadanos pueden reportar delitos electorales a las autoridades locales, estatales o federales. Para más información sobre cómo presentar una denuncia, puedes visitar el sitio web oficial de USA.gov, con links directos a las oficinas y agencias específicas para hacer una denuncia. También es posible reportar un incidente en tu oficina de elecciones estatal o local.
  • En México, el INE ofrece mecanismos online y presenciales para que los ciudadanos denuncien cualquier irregularidad que detecten durante el proceso electoral. Las denuncias se pueden presentar en las oficinas locales del INE o a través de su sitio web oficial. Además, el Fiscal Especializado para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) es la entidad encargada de investigar y sancionar los delitos relacionados con el fraude electoral.

Para cada país de Latinoamérica, existen distintos sitios web y lugares donde es posible hacer denuncias por delito electoral.

  • En Argentina, puedes denunciar irregularidades electorales a través de la Fiscalía Nacional Electoral. Las denuncias se pueden hacer en línea en el portal.
  • En Chile, las denuncias se pueden presentar ante el Servicio Electoral de Chile (Servel). Tienen un formulario para denuncias en su sitio web.
  • En Colombia, el Registro Nacional de Derechos Humanos permite a los ciudadanos presentar acusaciones relacionadas con las elecciones. Las denuncias sobre irregularidades electorales también se pueden presentar a través de la Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (URIEL).
  • En Perú, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) tiene un sistema para recibir quejas sobre irregularidades electorales.
  • En Uruguay, las denuncias pueden ser presentadas a la Corte Electoral.
  • En Panamá, se puede presentar un reclamo a través del Tribunal Electoral. Para más detalles sobre cómo proceder, visita su sitio web.

La seguridad online empieza con un clic.

Manténgase a salvo con la VPN líder del mundo